domingo, 6 de octubre de 2013
Autorreflexión
Antes de iniciar una reflexión en cuanto a mi labor y
los intereses humanos fundamentales, debo efectuar un breve resumen de mi vida,
con el fin de que lo que exprese pueda ser entendido tal cual propongo y no se
preste para confusiones:
Mi formación inicial fue en docencia, particularmente en área de las ciencias exactas y naturales, me especialicé en Matemática. Por muchos años laboré de forma informal impartiendo centros o preparando estudiantes desde mi casa, pero también, trabajé en el plano formal en un colegio privado y en la Universidad Estatal a Distancia como tutora. Hace 6 años tuve la oportunidad de ser formada en el área editorial, específicamente en la edición y autoraje de libros de texto de Matemática tanto para primaria como para secundaria, cargo que actualmente desempeño.
Cuando me preguntan si doy clases, internamente pienso:
“Sí, lo hice de forma presencial hace más de seis años, pero ahora lo hago de
forma teórica”. Y esto lo indico porque hacer un libro de texto va más allá que
escribir contenidos y ejercicios de forma antojadiza, es estudiar un currículo,
profundizar en los contenidos y objetivos, analizar las estrategias de
aprendizaje y de evaluación que el Ministerio de Educación Pública solicita y
plasmar, en un papel, todo lo anterior, de forma tan sencilla que sea
entendible tanto para el estudiante como
para el padre de familia (que posiblemente hace años no estudia el contenido),
pero al mismo tiempo tan profesional y matemáticamente correcto que sea una
herramienta útil al docente y no lo haga incurrir en errores que pueden afectar
el futuro trabajo de esta disciplina en sus estudiantes. Sí, hacer un libro es
dar una clase teórico-práctica a miles de estudiantes, pero, sin estar
presente, sin relacionarse personalmente.
Al analizar los intereses fundamentales humanos (el
teórico, el práctico y el emancipador) puedo expresar que cada uno de ellos tiene
sus ventajas y desventajas.
El interés teórico posee el afán de controlar tanto
contenidos como las estrategias de obtención de los mismos, lo cual en cierta
medida, tiene sus ventajas en cuanto a que el control presupone disciplina y
constancia, mismas que pueden producir un aprendizaje correcto en el individuo.
Sin embargo, posee la desventaja de ve al estudiante como un objeto, por lo que
elimina, en gran medida, la libertad, la autonomía, la creatividad y la
responsabilidad tanto del educador como del educando, por el mismo afán de
controlar.
El interés práctico apunta a la comprensión del medio
que le rodea, de forma que el estudiante pueda interactuar con él sin la necesidad
de manipularlo o manejarlo, por ello ayuda a los individuos a ser autónomos y
responsables de su propio conocimiento. Pero, posee la desventaja de que pueden
ser conocimientos falsos o incorrectos dado a que el ser humano es propenso a
engañarse.
El interés emancipador, por su parte, procura liberar
a las personas de la restricción por el control ejercido por el interés teórico
y el posible fraude del interés
práctico. Lo cual es bueno, teóricamente hablando, pero a la vez inasible,
desde la forma práctica. Este interés, desde mi experiencia y forma de pensar
es la ideal pero irreal desde la práctica en nuestra cultura.
Si tuviera que elegir uno de los intereses anteriores,
elegiría el emancipador, pues da la libertad a los individuos de ser los
creadores y responsables de su propio conocimiento, además, busca potenciar las
habilidades de los individuos y grupos para que sean ellos los que lleven las
riendas de su vida de forma responsable y autónoma. Sin embargo, lo haría con
el temor de imaginar a aquellos estudiantes vaguitos (que desgraciadamente en
la actualidad sobran), pues posiblemente esta forma de pensamiento los llevaría
al fracaso.
Al analizar mi trabajo como docente, puedo indicar que
he trabajado tanto el interés teórico como el emancipador, ya que, cuando fui
docente, mi trabajo estaba basado en los juegos, mi trabajo de aula era un 50%
lúdico y con ello se propiciaba que fuera el mismo estudiante quien, de forma
independiente construyera su conocimiento según sus fortalezas. Sin embargo, al
hacerlo de esa forma, también trabajé el interés teórico, pues todas las
situaciones que se presentaban eran controladas, eran planeadas con el fin de
obtener el conocimiento de un determinado contenido.
Al analizar mi trabajo como editora puedo indicar que
en mis libros trabajo los tres intereses de forma que se superponen y no se
sabe dónde inicia uno o termina el otro. Utilizo el teórico pues es a través de
los objetivos que construyo las unidades, temas y subtemas que contienen cada
uno de mis libros, de esa forma se ejerce un control sobre los contenidos y
habilidades. Empleo el práctico al incluir en los libros proyectos en los que
el estudiante deba experimentar o relacionarse con el medio y con sus
compañeros para construir conocimientos. Pero, también se incluyen ejercicios
analíticos, reflexivos e incluso que van más allá de los contenidos propuestos
por el Mep, en los que los estudiantes poseen la libertad de hacer a su gusto y
aprender jugando (a través de retos) nuevos contenidos.
Al analizar la educación costarricense puedo indicar
que, aunque se abordan los tres intereses el que de forma mayoritaria se
trabaja, es el interés teórico puesto que la enseñanza en nuestro país se basa
en los programas por objetivos que un grupo de profesionales del MEP (o
externos por contrato) elaboraron. Tanto así, que el requisito de graduación es
pasar unos exámenes que personas externas confeccionaron y que se basan en los
objetivos planteados en los programas de estudio de las diversas disciplinas. Además,
el docente no posee la libertad de elegir cuáles objetivos trabajará en el aula
y cuáles considera que no logran el aprendizaje del contenido. Sin embargo, es
en la puesta en el aula, cuando el docente crea currículum, cuando se podría
emplear los intereses prácticos o emancipadores, y puede que algunos de ellos
los efectúen, sin embargo, considero que porcentualmente hablando son muy
pocos.
Concluyo indicando que el interés emancipador como
medio de potenciación es un ideal para el que la educación costarricense aún no
se encuentra preparada, pues incluirlo en nuestro sistema significaría un
cambio drástico no sólo en el papel sino en los curules que gobiernan nuestro
país.
Intereses humanos fundamentales
Según Grundy (1987), el currículum es una forma de
organizar un conjunto de prácticas educativas humanas, es decir, es un conjunto
de contenidos de se organizan de forma que tome en consideración la experiencia
y las creencias de los individuos y los grupos.
Al querer dar sentido a las prácticas curriculares
Jurguen Habermas proporciona 3 teorías que pretenden explicar la forma de
construir y constituir el conocimiento:
a. Interés técnico
(o teórico)
b. Interés
práctico
c. Interés
emancipador
Interés
técnico (o teórico)
Características
1. Estudiante: el
estudiante es un objeto parte del ambiente de aprendizaje. Por tanto, es un ser
pasivo que se encarga de recibir el conocimiento impuesto por su docente o por
un currículum que posiblemente fue confeccionado por una tercera persona.
Efectúa prácticas y exámenes con el afán de lograr un producto. Puede decidir
que un determinado objetivo no puede aprenderlo pero ello tendrá sus
consecuencias muy posiblemente en el momento de ser evaluado. Es decir, no es
libre ni responsable de la construcción de su aprendizaje (carece de poder para
determinar sus objetivos de aprendizaje).
2. Docente: Enseña
de forma en que lo que hace o dice es con el afán de lograr un producto. No
tiene la libertad de eliminar o agregar objetivos, debe cumplir los que el
currículum le indique ya que tanto currículum y evaluación pueden ser
confeccionadas por terceras personas. Propone prácticas o exámenes con el fin
de probar si los contenidos enseñados fueron aprendidos.
3. Contenido: Se
centra y se orienta en el producto, por ello se basa en la educación por
objetivos, objetivos que muchas veces son impuestos por terceras personas. Las
prácticas se efectúan con el fin de dar cumplimiento a determinados planes,
tanto así, que una buena práctica se acepta como evidencia de una teoría
acertada. Se considera el saber como una mercancía, como un medio para lograr
un fin.
4. Práctica
pedagógica: El mayor poder lo poseen quienes formulan los objetivos, ya que
ellos controlan lo que debe suceder, e incluso, cómo debe ejecutarse. El
resultado de la práctica pedagógica debe ajustarse a los objetivos que se
establecieron en el currículum. Todas las prácticas y evaluaciones se aplicarán
como un medio para lograr un fin. No se pueden eliminar objetivos aunque el
docente considere que no son necesarios para la interiorización de un
contenido. Tanto el currículum como la evaluación podrían ser confeccionadas
por una tercera persona.
Interés
práctico
Este interés se orienta hacia la comprensión del medio,
de modo que el sujeto sea capaz de interactuar con él. Es decir, procura
comprender el ambiente mediante la interacción de forma que efectúa la acción
correcta en un ambiente concreto. Este tipo de interés genera conocimiento del
mundo desde una perspectiva subjetiva a través de la interpretación, además, se
considera el universo como un sujeto, no como un objeto por lo que se acerca a
la libertad que confiere importancia al significado y la comprensión. Sin
embargo, posee la gran desventaja de que el ser humano es propenso a engañarse
y creerse liberado cuando aún está siendo controlado por el ambiente en que se
desenvuelve.
Características
1. Estudiante: Se
relaciona de forma activa con sus compañeros y profesor. Procura dar
significado al mundo a través de las interacciones con los demás. Está
comprometido en la evaluación de las experiencias curriculares emprendidas en
calidad de acción práctica, pues los significados e interpretaciones de todos
los participantes han de tenerse en cuenta en la interacción humana.
2. Docente: se
ocupa de que las interacciones en el ambiente de aula proporcionen
oportunidades adecuadas para el aprendizaje. Da más énfasis a la acción o
interacción de aula que en el producto final. Se relaciona de forma activa con
sus estudiantes. Procura comprender los objetivos de los contenidos y rechazar
aquellos contenidos educativos ilegítimos. Está comprometido en la evaluación
de las experiencias curriculares emprendidas en calidad de acción práctica,
pues los significados e interpretaciones de todos los participantes han de
tenerse en cuenta en la interacción humana.
3. Contenido: el
diseño del currículum se considera un proceso en el que alumno y profesor
interactúan para dar sentido al mundo. Un currículum basado en este interés se
ocupa no sólo de promover el conocimiento de los alumnos, sino también de la
acción correcta. El desarrollo curricular se basa más en el juicio del profesor
que en la orientación del mismo. No puede separarse la evaluación de la puesta
en práctica del currículum.
4. Práctica
pedagógica: El aprendizaje en sí constituye su propio fin. Se caracteriza por
la elección y la liberación. Se centra más en el acto y el actor que en el
resultado de la acción. Genera una acción entre sujetos, pues al deliberar se
incluyen procesos de interpretación de la situación y proporcionar sentido a la
misma, de forma que se decida y lleve a cabo la acción apropiada (que sea un
bien para los participantes). La evaluación no puede separarse de la puesta en
práctica del currículum.
Interés
emancipador
Para Habermás emancipación significa independencia de lo que está fuera del individuo por lo que es el elemento emancipado el responsable de su propio conocimiento. Esta emancipación sólo puede lograrse a través de la autorreflexión individual y social. El interés emancipador, según Grundy (1987), procura liberar a las personas de la restricción ejercida por lo técnico y del posible fraude de la práctica. El concepto de libertad se relaciona con el de verdad y justicia, pues da lugar a la acción autónoma, responsable y basada en decisiones prudentes. Este interés se preocupa para la potenciación de los individuos y los grupos para que, de forma autónoma y responsable, tomen el control de sus vidas y hagan crecer sus fortalezas.
Características
1. Estudiante: Es
un creador activo de su propio aprendizaje, por ello es el responsable por lo
que va a aprender (tienen el control de su propio conocimiento). Aprende del
profesor y enseña al docente. Debe estar dispuesto a reflexionar constantemente
sobre la práctica educativa para construir su propio aprendizaje. Aprende y
desarrolla destrezas que le permitan conocer un proceso.
2. Docente: Entrega
el control de la construcción del conocimiento a sus estudiantes. Es un mediador
entre el conocimiento y el estudiante. Enseña a sus estudiantes a la vez que
aprende de los mismos. Decide y organiza los contenidos para abordar los más
acordes de acuerdo a la construcción significativa del conocimiento.
3. Contenido: La praxis
(acción y reflexión) es la forma de acción. La enseñanza y el aprendizaje son
una misma de ella nace la frase enseñanza-aprendizaje en la que tanto quien
enseña aprende como el que aprende enseña. Los contenidos se generan a partir
de la negociación y el diálogo entre los estudiantes y el docente.
4. Práctica
pedagógica: El significado de los contenidos está ligada a la negociación entre
el profesor y el alumno desde la experiencia educativa. El programa de los
contenidos no es una imposición sino la representación organizada, sistemática
y desarrollada para los individuos de las cosas sobre las que se quiere saber
más. Utiliza la experiencia del profesor y del alumno, y a través del diálogo y
la negociación, reconoce las problemáticas.
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